Cómo realizar una trazada de tuberías no metálicas con un detector y la ayuda de un endoscopio con sistema de cámara empujada dotado de sonda para la localización del cabezal de inspección en la red de tuberías enterrada..

Entre los diferentes motivos que existen para trazar una red de tuberías enterrada se encuentra la de evitar dañar estas infraestructuras de servicio cuando se van a realizar excavaciones, aunque también pueden realizarse estudios del estado de las infraestructuras y servicio.

La técnica que ofrecemos se basa en un doble cotejamiento entre los puntos georreferenciados (GPS) que se graban en la memoria del detector y las mediciones manuales que ofrece el odómetro del endoscopio, o en su defecto, una cinta o instrumento de medición que mide entre las marcas que se van tomando sobre el terreno. Este sistema de doble cotejamiento corrige la inexactitud que ofrece las mediciones con GPS y da más precisión a la trazada, haciendo que le plano sea más fiable.

Consideraciones previas

La red de tuberías debe ser permeable a la radiofrecuencia electromagnética del emisor, por ello esta técnica no es efectiva en tubos metálicos por que es probable que la señal emitida por la sonda del cabezal del endoscopio no llegue a la superficie con la intensidad suficiente para su detección. Otros factores que pueden afectar a la detección de la señal del emisor es la posibilidad de que existan estructuras metálicas o sistemas de cableado eléctrico entorno a la red de tuberías que pueden causar interferencias y dificultades en la recepción.

Preparación de la inspección para el trazado

A continuación describir cuales son los instrumentos necesarios y la configuración recomendada para poder llevar a cabo con éxito el trazado de la red de tuberías o conductos.

Con el cabezal detenido en el punto de desvío, se marca sobre el plano o croquis el comienzo del punto nº2 y seguidamente el operario o su ayudante empelará el detector sobre el terreno para localizar el cabezal que registrará en la memoria del detector con la función de GPS integrada en el localizador.

Tras haber realizado este procedimiento, se puede proseguir con la introducción del cabezal hasta llegar al punto de desvío de la red el punto nº3 y sucesivos, dibujando nuevamente la flecha sobre el croquis y repitiendo los puntos anteriores hasta completar toda la red.

Sigue la traza: Continúa moviéndote en la dirección de la tubería y marca la ruta siguiendo las señales del detector. Es posible que necesites ajustar la sensibilidad del detector si la profundidad cambia de detección a medida que avanzas.

Confirma la ruta: Si dispone de un plano, asegúrate de que sigues el recorrido de la tubería a medida que avanzas.

Toma medidas de profundidad: El modo de detección por sonda te permite conocer la profundidad a la que se encuentra la sonda, este datos es importante por que nos permite conocer otra dimensión de la red.

Marca la traza en el suelo: Señala claramente la ruta de la tubería en el suelo, esto es especialmente útil durante las excavaciones posteriores.

Cotejado con datos de georreferencia: Al finalizar el procedimiento, dispondremos de un croquis sobre papel y el registro de todos los puntos en la memoria interna del detector que volcaremos sobre un software informático y cotejaremos con el croquis para definir la trazada de la red.

Pasos para hacer una trazada de tuberías

1.- Preparación: Emplea un plano que indique la ubicación aproximada de la tubería que deseas localizar. Esto te dará una idea general de dónde se encuentra la tubería, lo que facilitará el proceso de rastreo. Prepara el detector y configura el modo sonda en la frecuencia de la sonda emisora. Si su detector dispone de sistema de georreferencia por GPS, active esta funcionalidad.

2.- Comienza el trazado: El punto nº 1 (punto de inicio) es por donde se introduce el cabezal del endoscopio que integra la sonda emisora. Una vez el cabezal llega a un tope, como un cambio de dirección, como un codo o ramal, el operario detendrá el avance del cabezal y dibujará sobre plano o en su defecto, en un croquis a mano alzada, una flecha donde se indica la distancia que ha recorrido el cabezal y su sentido (hacia adelante, izquierda, derecha o ángulo aproximado de desviación).

3.- Registro de puntos referenciales: La trazada se levanta desde los puntos de referencia que se van estableciendo durante el procedimiento de ir ubicando la posición de la sonda mientras recorre la red de tuberías.

Con el cabezal detenido en el punto de desvío, se marca sobre el plano o croquis el comienzo del punto n.º 2 y seguidamente el operario o su ayudante empelará el detector sobre el terreno para localizar el cabezal que registrará en la memoria del detector con la función de GPS integrada en el localizador, incluyendo también el dato de profundidad

Tras haber realizado este procedimiento, se puede proseguir con la introducción del cabezal hasta llegar al punto de desvío de la red, el punto n.º 3 y sucesivos, dibujando nuevamente la flecha sobre el croquis y repitiendo los puntos anteriores hasta completar toda la red.

Señala la ruta de la tubería en el suelo, muy útil en las excavaciones posteriores.

Con estos pasos dispondremos de un croquis sobre papel que cotejaremos con el registro de puntos georreferenciados (GPS) grabados en la memoria del detector. Este sistema de doble cotejamiento corrige la inexactitud que ofrece las mediciones con GPS y da más precisión a la trazada, haciendo que el plano sea más fiable.